Octubre es el mes perfecto para escapar de la rutina diaria y disfrutar de una estancia inolvidable en una casa rural. Si estás buscando el lugar ideal para desconectar, el Baluard de Ferreres , ubicado en la hermosa comarca del Berguedà , es la elección perfecta. Con capacidad para siete personas y tres habitaciones, esta encantadora casa rural ofrece la oportunidad de reconectar con la naturaleza, disfrutar de la tranquilidad del campo y vivir una experiencia inolvidable en familia o con amigos.

Desconexión Total en un Entorno Tranquilo

Una de las principales ventajas de alojarse en el Baluard de Ferreres en octubre es la tranquilidad absoluta que ofrece el entorno. Lejos del bullicio de la ciudad, esta casa rural te permitirá desconectar por completo. Octubre es un mes perfecto para disfrutar de la naturaleza, con un clima fresco y el paisaje decorado con los cálidos colores otoñales.

Imagina despertar por la mañana con el sonido de los pájaros y respirar el aire puro del Berguedà. Mientras disfrutas de tu café en la terraza, observa cómo los árboles de los alrededores cambian de color, llenando el paisaje de tonos ocres y dorados. Cada rincón del Baluard de Ferreres está diseñado para invitarte al relax con sus cómodas habitaciones. 

Disfruta de actividades al aire libre

El Baluard de Ferreres no solo es un lugar donde descansar, sino también un punto de partida ideal para explorar la naturaleza. Octubre ofrece temperaturas suaves, perfectas para practicar actividades al aire libre.

Puedes disfrutar de largas caminatas por los senderos cercanos o explorar los alrededores, mientras descubres la belleza de la comarca del Berguedà. La comarca también ofrece la posibilidad de recoger setas, un plan perfecto para los amantes de la naturaleza en esta época del año. Al regresar a la casa rural, es momento para organizar una barbacoa, rodeado de amigos o familiares, disfrutando de una comida al aire libre con productos locales.

Una Historia de Octubre en el Baluard de Ferreres

La familia Pérez decidió reservar una estancia en el Baluard de Ferreres. Llegaron un viernes por la tarde y fueron recibidos por el aire fresco y las vistas panorámicas del paisaje otoñal. Los niños corrieron emocionados por la amplitud y libertad que ofrece el entorno. Mientras tanto, los padres gozaban del largo fin de semana de relax.

El domingo por la tarde,  al terminar el fin de semana, todos coincidieron en que los días pasados ​​en el Baluard de Ferreres les habían permitido desconectar y reconectar de una manera única.

¡Haz tu reserva ahora y vive un octubre inolvidable en el Berguedà!